jueves, 2 de abril de 2015

¿QUIÉN DECÍA SER JESÚS?

¿QUIÉN DECÍA SER JESÚS?
DIJO SER JEHOVÁ (YAVÉ- YHWH)
YHWH es el nombre revelado a Moisés, cuando Dios dijo: “YO SOY EL QUE SOY” (Éxodo 3:14). YHWH sólo se utilizaba para referirse al único Dios verdadero. Isaías escribió: “Así dice Jehová: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios…” No es extraño entonces, a la luz de esto, que los judíos tomaran piedras y acusaran a Jesús de blasfemar cuando afirmó ser YHWH. Quizá la más fuerte expresión de Jesús proclamando ser Jehová es “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58). Esta expresión proclama no sólo existir antes que Abraham, sino igualdad con el “YO SOY” de Éxodo 3:14.

DIJO SER IGUAL A DIOS
No solo asumió títulos de Deidad, sino que reclamó para sí mismo las prerrogativas de Dios. A un paralítico le dijo: “Hijo, tus pecados te son perdonados” (Marcos 2:5). Los escribas respondieron correctamente: “¿Quién puede perdonar los pecados sino Dios?”. Otra prerrogativa que Jesús reclamó fue el poder de levantar y juzgar a los muertos (Juan 5:25-29). También proclamó que quería ser honrado como Dios; dijo que “todos honren al Hijo como honran al Padre…” (Juan 5:23).

DIJO SER EL DIOS- MESÍAS
Cuando Jesús afirmó ser el Mesías, estaba proclamando que era Dios. Por ejemplo, en Isaías 9:6, se llama al Mesías “Dios fuerte, Padre eterno”. Salmos 110:1 registra una conversación entre el Padre y el Hijo: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. Jesús se aplica este pasaje en Mateo 22:43-44. El Hijo del Hombre es llamado el “Anciano de días” en la gran profecía mesiánica de Daniel 7:22. El título “Hijo del Hombre” fue la manera preferida de Jesús para referirse a sí mismo, en clara alusión a este pasaje que citó directamente en su juicio ante el sumo sacerdote, que preguntaba: “¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Dios Bendito?” “Y Jesús dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder del hijo de Dios…” Entonces el sumo sacerdote, rasgando su vestidura, dijo: “¿Qué más necesidad tenemos de testigos? Habéis oído la blasfemia” (Marcos 14:61-64).

DIJO ACEPTAR ADORACIÓN
El A.T. prohíbe adorar a alguien que no sea Dios (Éxodo 20:1-5; Deuteronomio 5:6-9). Pero Jesús aceptó adoración en numeradas ocasiones. Un leproso sanado lo adoró (Mateo 8:2), y un gobernante se arrodilló ante él (9:18). Un grupo de mujeres cananitas (15:25), la madre de Santiago y Juan (20:20), el endemoniado gadareno (Marcos 5:6), todos, adoraron a Jesús sin que Él emitiera una palabra de reprensión. Esto solo podía hacerlo una Persona que se considerara seriamente Dios.

DIJO TENER IGUAL AUTORIDAD QUE DIOS
Jesús puso sus palabras a la par de las de Dios, como cuando repitió muchas veces: “Oísteis que fue dicho a los antiguos…PERO YO OS DIGO” (Mateo 5:21:22). Dios le dio los diez mandamientos a Moisés, pero Jesús dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros” (Juan 13:34). Y, más adelante, refiriéndose a sus propias palabras, dijo: “Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35). Hablando de quienes lo rechazan, Jesús dijo: “La palabra que he hablado, ella le juzgará el día postrero” (Juan 12:48).

DIJO QUE ORÁRAMOS EN SU NOMBRE
Cristo quiso que su nombre fuera invocado en oración tanto ante Dios y como Dios. (Juan 14:13-14). Las reacciones de los judíos que lo rodeaban muestran que entendieron claramente esas cosas, las cuales calificaron de blasfemas puesto que las pronunciaba un simple hombre. Cualquier observador desprejuiciado que estudie este registro de las enseñanzas de Jesús debe concordar que Él proclamó ser igual al Dios del Antiguo Testamento.[1]








[1] Geisler, N. (1995). Cuando los Escépticos Pregunten. Colombia: Editorial Unilit

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